Denserio se ríe del qué diran y publica su artículo de la nieve como dos semanas más tarde. O no tanto, no me acuerdo cuando nevó.
Alertado de que toda la blogósfera estaba como loca con los tres copos miserables de nieve que cayeron en Buenos Aires, me propuse a escribir un artículo de la nieve yo también. Dos semanas después (más o menos) lo hago.
Soy de Mendoza, como no me canso de repetir, y conozco la nieve desde chico. Esto significa que siento por la nieve lo que siento por tantas otras cosas que conozco desde chico: odio irracional. Para graficar esta aversión a la expresión fría de la Ira de Dios podría dar muchos ejemplos. Sin embargo, no podría dar casi ninguno que no me deje como un mariquita friolento y quejumbroso, o sea, que no me muestre como soy. Por lo tanto, sólo voy a decir en forma general, que para mí un centro de ski o una salida a la montaña en invierno es lo más parecido al infierno que se puede encontrar. Y sé que no sólo para mí, ya que alguna vez leí que un tipo (no me acuerdo exactamente quién era o qué libro era) decía que el infierno es frío, y está todo congelado. Tomá.
Lo malo del asunto (de que nieve, particularmente en Buenos Aires) es que ahora no tengo a dónde irme para no ver la nieve nunca más. O sea, si la estadística está bien, no va a volver a nevar en unos cincuentaytantos años, lo que estaría bien porque de los 35 no paso. Ahora, ¿cómo es posible tener la certeza de ese dato con tantos ecologistas clamando que es el "efecto invernadero", y anunciando que esto va a pasar cada vez más seguido?
Después de tanto escribir sin saber que quería decir me perdí totalmente, así que vamos a terminar con una reflexión: ojalá se les congele el río ese, a ver que tanto festejan.
Una nota para los mendocinos. La semana pasada salió en todos los diarios una propaganda del hospital Lagomaggiore, comentando la inauguración de un tomografo. El adonis que usaron de modelo soy yo, así que ahora soy famoso. Si puedo escaneo la foto y la subo, como para que vean en qué círculos del periodismo me muevo. Aclaro, el de la propaganda en T.V. no soy yo, no se emocionen.
Etiquetas: Generalidades
4 Comments:
Hey!
Te entiendo perfectamente.
Primero, porque pronostiqué que iba a nevar en mi ciudad, Mar del Plata, y cayeron copos en tooodos lados menos aca.
Y segundo, porque asi como voz sos de Mendoza y odias la nieve, te imaginarás cuánto me gusta la plata, el verano, los turistas, las olas y el viento [sukundún sukundún]...
saludos!!
jejejeje GENIAL ENTRADA!.
Y si, uno se arta de las cosas con las que "convive", pero para la gente que vive en el medio del mar y la nieve, ambas cosas sorprenden!.
Ah! y queremos la foto del salto a la fama!
el frío no es tan malo salvo porque se me paspan las manos y tengo que usar crema.
Tratá de vencer eso en mariconería.
Sabrosina: pero uno si no quiere estar en el mar, no entra. En cambio, ¿qué se puede hacer cuando a uno le nieva encima?
Deivith: usté lo dijo, la nieve sorprende, como una puñalada traicionera o una enfermedad venérea.
Rambo: si no salgo con guantes lloro. Ahí tiene.
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