Ultraviolento

Aparentemente, ahora todos en Argentina están muy nerviositos. Dirán que está mal generalizar, pero tengo dos casos que lo demuestran (¡Sí! ¡Dos!). El primero es el atropello, literal, de manifestantes en Santa Cruz, en manos (o gomas, o paragolpes) de Daniel "Rompehuelgas" Varizat. El segundo es la paliza que recibió Pipo Cippolati, en manos (esta vez sí) de Migue "Rompeanteojos" García.
Ahora que lo pienso, y en el ánimo de no generalizar que me caracteriza, la primera noticia nos demuestra que estamos todos locos, mientras que la segunda prueba que todos somos un musiquito drogadicto y enclenque, débil al punto de recibir una paliza de un estropajo humano que cualquiera consideraría incapaz físicamente de quebrar un pasto.
Mejor tomen Valium, me están asustando.