Entrada navideña de relleno I

Mucho de lo que pasa en las fiestas es tradición, y como tal, lo hacemos o aceptamos maquinalmente, sin pensarlo mucho, porque "lo hacemos desde chiquitos". Santos Godino pensaba lo mismo con respecto a los asesinatos, pero es no tiene nada que ver.
Es por eso que me veo en la obligación moral de criticar salvajemente a la navidad, y algunos de sus componentes más notorios.

5- Personas que cumplen años el 25 de diciembre: seres bastante aletargados, amargados porque siempre hay un cumpleaños más importante y convocante que el suyo. Y aparte sufren las avivadas de los padres, que le compraban un solo regalo y se lo daban disfrazados de Papá Noel. Generalmente miran el arbolito con enojo y tienen una personalidad kafkiana. Son pirómanos en potencia.
Nota: 5/10

6- Fuegos artificiales fallados: entran al mercado de la mano de comerciantes inescrupulosos, que no dudan en ganar unos centavos destruyendo la esperanza de niños inocentes, esperanza que irónicamente consiste en poder detruir objetos varios. Así hormigueros, botellas de sidra e insectos varios pasan sus navidades sin conocer la caricia purificadora del fuego. Aparte la gente se quema, y cosas así. Un petardo que no explota es lo peor que puede pasar en Navidad, a menos que algún tío ebrio se ahogue con una garrapiñada.
Nota: 1/10

7- Tío ebrio que se ahoga con una garrapiñada: es lo peor que puede pasar en Navidad.
Nota: 1/10

8- Plato incomible producto de pariente lejanísimo: generalmente es una receta normal arruinada más allá de toda comprensión humana, porque "nunca antes la había hecho, y la verdad no sé como preparar erizo de mar bien bien". Hay un intento de arreglo desesperado, llevado a cabo con mayonesa y mala voluntad. Es como un regalo del Niñito Jesús, pero hecho por Satanás. Las caras de las personas al comerlo serán la nota alta de la noche, y los niños gritando que está horrible un aditamento interesantísimo.
Nota: 8/10

9- La carta a Papá Noel leída por ese gallego: no hay mucho que decir, es la sal de la navidad. Si no se la escucha todos los días desde el armado del arbolito, Dios llora.
Nota: 10/10

Bueno, me quedan 9 ahora. Qué divertido, che.