Nosce te ipsum II: ¡Impsumisimus!

Tengo, literalmente, 12 minutos para crear esta entrada. Me van a sobrar por lo menos 5.
Habiendo hecho esta aclaración, paso a comentarles. Estaba comiendo recién un arroz con pollo (varios arroces con pollo, para ser preciso), y me dicuenta con cierta amargura de que faltaban los menudos. La mayoría de ustedes ni deben comer los menudos, pero para mí son el complemento ideal del arroz amarillo. Lo gomoso del estómago, esa pasta medio loca que es el hígado, y el corazón (que me imagino que todavía late mientras me lo como) hacen del arroz un plato digno de reyes. De reyes pobres que no pueden pagar risotto, ponele, que es mucho más rico.
Mientras me lamentaba, algo amargamente, de esta situación, o de la falta de la misma (la situación sería algo así como una arrozconmenudez, si esa palabra existe), pensé en los extraños hábitos alimenticios de las personas. Por medio de algunos sofismas, ciertas falascias, y muchas mentiras descaradas, llegué a la conclusión de que estos hábitos son indicadores de la personalidad de las personas que los llevan a cabo. Así que, para terminar con esta tortuosísima introducción), les presento la Guía Denserio Para Saber Qué Tan Enfermo Estás Sólo Fijándote Cómo Comés Y, De Paso, Qué Comés.

Si usted, querido lector:

-come el pollo asado con las manos, es muy controlador.
-deja de lado el reborde de las pizas, es codependiente.
-empieza a comer la empanada por el repulgue, es un homosexual reprimido.
-come siempre exactamente a la misma hora, le tiene miedo a las palomas.
-ama las remolachas, se lleva bien con su niño exterior. Ojo con la policía.
-toma la sopa intentando no sorber, va a ser mal padre, o madre.
-corta la fruta con cuchillo y tenedor, es un estirado.
-no disfruta de un asado, está enfermo mal, o sea, ezquisofrénico, sociópatico, o algo así, hágase ver, rápido.
-es vegetariano, idem.
-es vegano, tiene deficiencia de hierro y cosas así. Coma queso.
-siempre quiere lo que está comiendo el de al lado, tiene fobias reprimidas.
-no puede comer bananas en público, tiene problemas de intimidad.
-separa las arvejas del resto de los alimentos, extraña a Bianchi.
-no come porque se ve siempre gordo, es anoréxico y seguramente tiene pocos amigos.
-come igual aunque sus amistades le dicen que está muy gordo, y que no es normal desayunar un cuarto de pollo frito, es un ataque al corazón ambulante.


Bueno, en realidad me daltó un minuto, pero lo repuse en ingenio. O no, evidentemente no.