Denserio

-Mamá, mamá, el Pablo no habla, ¿está puto?

martes, julio 24, 2007

¡Elecciones! ¡Elecciones!

Ayer, mientras caminaba por la calle luego de cinco días de reclusión semi-voluntaria, me topé con el primero de lo que, spongo, será una serie de afiches electorales de lo más graciosos. Como no tengo cámara, tuve que arreglarmelas, y más o menos de memoria y con el Paint hice una fiel representación de lo que decía. Acá está:


No es por desmerecer a los profesionales que seguramente se mataron pensando en una frase tan inspirada, pero me parece que "Preguntá en Malargüe" no tiene tanto punch, así que voy a tirar variantes, gratis, porque soy un apasionado de la política.

-"Preguntá Con Moderación"
-"Menos Pregunta Dios y Perdona"
-"Si Gano Te Respondo"
-"Preguntale A Tu Vieja"
-"Preguntá Si Te Animás"
-"Preguntá Pero Desde Ya Te Digo Que Yo No Fui"
-"La Curiosidad Mató Al Gato"

Espero que alguna sirva.

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viernes, julio 20, 2007

¡Es como ese capítulo de "El Crítico" en donde se cambiaba el final de las películas!

Sólo que yo lo voy a hacer con libros, porque, vamos, quién quiere meterse en la maquinaria Hollywoodense. De más está decir que es muy probable que si leen este artículo se les arruinen algunos finales, pero bueno, qué le voy a hacer, soy así.
Los libros están elegidos en forma arbitraria y dictatorial, tratando de mantenerme alejado del oscurantismo que generalmente domina mis lecturas (Cohelo, Bucay, Allende y el chileno que escribe Condorito).

Los Miserables (Víctor Hugo): Jean Valjean descubre la fuente de la juventud dando vueltas por París, se vuelve joven otra vez, mata al noviecito de Cosette que se las tiraba de polenta y se casa con la misma, porque, seamos sinceros, se nota a la legua que eso es lo que quiere hacer. De paso logra revivir a Thenardier, que me cae bien y pobre, tan locas que les salieron las hijas.

Madame Bovary (Gustave Flaubert): como todos, yo también la quiero ver muerta a la mitad de la novela, pero para no ser tan drásticos, digamos que llegado un punto se deja de romper un poquito las pelotas, se da cuenta de que es una infeliz que leyó demasiada literatura barata y dedica su vida a adorar al pobre doctor, que se la pasa trabajando. Las últimas cincuentas hojas pueden ser una discúlpa pública de Flaubert, que nos la debe.

Rayuela (Julio Cortázar): Final normal: Oliveira encuentra a la Maga y viven felices, dejándonos con la leve impresión de que no todo en el mundo es un juego perverso y sin sentido. Rocamadour revive y va al jardín.
Final alternativo: Talita se enfiesta con Oliveira y Traveller en el circo en un acto sin sentido pero muy gráfico. Quedamos con la sensación de que todo en el mundo es un juego perverso y sin sentido. Rocamadour sigue muerto y los gusanos.

El Retrato de Dorian Gray (Oscar Wilde): Gray se enfrenta a su retrato y lo destruye con una de esas frases tan ingeniosas que acuñaba Wilde. Después se hace hombrecito, porque medio que para el final ya está muy aggiornado. Como este final se presta mucho a la confusión (frases del estilo de "¿Y eso por qué mierda pasó?") habría que hacer un apéndice explicando que está mal hacer pactos con el diablo. O con quién sea, creo que me estoy confundiendo con Fausto.

Fausto - Libro Primero (Wolfgang Goethe): termina de una forma más recordable, si es posible en prosa y habiendo explicado bien bien que anda pasando, porque es medio difícil seguirle el ritmo después de la primera escena. Aparte, ¿Fausto es el diablo o el que vende el alma? De ser el diablo, ¿cómo se llama el que vende el alma? ¿Acá aparecía un perro diabólico o eso era La Profesía? La escena en donde un vidrio le corta la cabeza al tipo es genial. ¿o eso era del Exorcista?

El Señor de los Anillos (J.R.R.R.R.Tolkien): Frodo le entrega el anillo a un Nazgul porque "estaba cansadito", y después de unos años se da cuenta de que Saurón no era tan malo, sólo medio incomprendido, y su vida y la de toda la Tierra Media sigue más o menos igual, sólo que con un poco más de temperatura, por la contaminación y la radiación del Ojo que Todo lo Ve.


Bueno, podría seguir toda una vida escribiendo idioteces por el estilo, pero me las voy a guardar para la próxima, porque dudo que se me ocurra algo mejor. Sí, así ando.

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jueves, julio 19, 2007

La muerte visita al dentista

Y la debe pasar mal. Porque, vamos, quién en su sano juicio quiere ir al dentista. Pero por el principio.
Recuerdo que Mantis hace un tiempo tuvo una pequeña saga sobre el tema, pero, si este recuerdo no es erróneo, me parece que lo suyo no era para tanto. Lo que quiero decir, en menos palabras, es que no me estoy copiando.
Hace unos diez años tuve un accidente limpiando una pileta de fibra de vidrio, que resultó en el arrancamiento de cuajo de mi incisivo superior derecho. Luego de la reinjerción (si esa palabra no existe debería) del mismo, mi vida siguió más o menos normal. Digo más o menos porque, por ejemplo, me vi privado del placer de comer manzanas como Dios manda, o sea, a los tarascones.
Pero este cuasiidilio en el que vivía con mi diente pronto se fue deteriorando, y la convivencia se tornó en imposible, por lo que tuvo que ser reemplazado.
El cambiazo sólo es posible mediante una sencilla cirugía, en la cual se saca la pieza "defectuosa" y se la reemplaza por una postiza pero permanente y de porcelana.
La cosa es que la "sencilla" cirujía se complicó por algunas razones que no interesan, y los resultados de estas dificultades fueron:
-A la mitad del procedimiento comenzó a desvanecerse el efecto de la antestesia, por lo que tuve algunas nuevas sensaciones, como sentir un taladro perforandome carne y hueso, o una aguja atravesando mis encías en repetidas ocasiones para coserme. Ante el dolor que esto me producía, mi única defensa era poner cara de instrumental quirúrjico olvidado dentro del paciente. No surtía efecto.
-Me tuvieron que abrir la parte superior de mi encía, para limar los huesos y así conseguir el material necesario para un injerto óseo. Todo esto más o menos adivinado y conjeturado después de realizada la operación. Y en alguna parte sin anestesia total (tampoco soy Rambo, si se me fuera la anestiesia del todo me retorcería y chillaría como una niña asustada).
-Ahora tengo toda la boca hinchada y cosida. Me parezco un poco a Tracy Morgan, sólo que menos morocho y más bonito.
-Me tuvieron que poner una inyección con una aguja re-grande.
-Me duele.

Igualmente, debo reconocer que el dentista hizo un buen trabajo, o por lo menos eso dice él. Sólo espero que se me baje la hinchazón para el verano, porque es muy poco cool.

Por otro lado, se murió Fontanarrosa, estén tristes.

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viernes, julio 13, 2007

Denserio se ríe del qué diran y publica su artículo de la nieve como dos semanas más tarde. O no tanto, no me acuerdo cuando nevó.

Alertado de que toda la blogósfera estaba como loca con los tres copos miserables de nieve que cayeron en Buenos Aires, me propuse a escribir un artículo de la nieve yo también. Dos semanas después (más o menos) lo hago.
Soy de Mendoza, como no me canso de repetir, y conozco la nieve desde chico. Esto significa que siento por la nieve lo que siento por tantas otras cosas que conozco desde chico: odio irracional. Para graficar esta aversión a la expresión fría de la Ira de Dios podría dar muchos ejemplos. Sin embargo, no podría dar casi ninguno que no me deje como un mariquita friolento y quejumbroso, o sea, que no me muestre como soy. Por lo tanto, sólo voy a decir en forma general, que para mí un centro de ski o una salida a la montaña en invierno es lo más parecido al infierno que se puede encontrar. Y sé que no sólo para mí, ya que alguna vez leí que un tipo (no me acuerdo exactamente quién era o qué libro era) decía que el infierno es frío, y está todo congelado. Tomá.
Lo malo del asunto (de que nieve, particularmente en Buenos Aires) es que ahora no tengo a dónde irme para no ver la nieve nunca más. O sea, si la estadística está bien, no va a volver a nevar en unos cincuentaytantos años, lo que estaría bien porque de los 35 no paso. Ahora, ¿cómo es posible tener la certeza de ese dato con tantos ecologistas clamando que es el "efecto invernadero", y anunciando que esto va a pasar cada vez más seguido?
Después de tanto escribir sin saber que quería decir me perdí totalmente, así que vamos a terminar con una reflexión: ojalá se les congele el río ese, a ver que tanto festejan.

Una nota para los mendocinos. La semana pasada salió en todos los diarios una propaganda del hospital Lagomaggiore, comentando la inauguración de un tomografo. El adonis que usaron de modelo soy yo, así que ahora soy famoso. Si puedo escaneo la foto y la subo, como para que vean en qué círculos del periodismo me muevo. Aclaro, el de la propaganda en T.V. no soy yo, no se emocionen.

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viernes, julio 06, 2007

¡Cosas importantes!

Estaba a punto de mandar un link con el título más ridículo que vi en mucho tiempo en un diario: "La acelga cuesta el triple" o algo así, pero veo que en la edición online de Diario Uno lo cambiaron. ¿Qué es esto? ¿Ahora tienen vergüenza?

¿Alguna vez se preguntaron que pasaba por las cabezas de sus educadores? La respuesta es muy perturbadora.

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