Sólo que yo lo voy a hacer con libros, porque, vamos, quién quiere meterse en la maquinaria Hollywoodense. De más está decir que es muy probable que si leen este artículo se les arruinen algunos finales, pero bueno, qué le voy a hacer, soy así.
Los libros están elegidos en forma arbitraria y dictatorial, tratando de mantenerme alejado del oscurantismo que generalmente domina mis lecturas (Cohelo, Bucay, Allende y el chileno que escribe Condorito).
Los Miserables (Víctor Hugo): Jean Valjean descubre la fuente de la juventud dando vueltas por París, se vuelve joven otra vez, mata al noviecito de Cosette que se las tiraba de polenta y se casa con la misma, porque, seamos sinceros, se nota a la legua que eso es lo que quiere hacer. De paso logra revivir a Thenardier, que me cae bien y pobre, tan locas que les salieron las hijas.
Madame Bovary (Gustave Flaubert): como todos, yo también la quiero ver muerta a la mitad de la novela, pero para no ser tan drásticos, digamos que llegado un punto
se deja de romper un poquito las pelotas, se da cuenta de que es una infeliz que leyó demasiada literatura barata y dedica su vida a adorar al pobre doctor, que se la pasa trabajando. Las últimas cincuentas hojas pueden ser una discúlpa pública de Flaubert, que nos la debe.
Rayuela (Julio Cortázar): Final normal: Oliveira encuentra a la Maga y viven felices, dejándonos con la leve impresión de que no todo en el mundo es un juego perverso y sin sentido. Rocamadour revive y va al jardín.
Final alternativo: Talita se enfiesta con Oliveira y Traveller en el circo en un acto sin sentido pero muy gráfico. Quedamos con la sensación de que todo en el mundo es un juego perverso y sin sentido. Rocamadour sigue muerto y los gusanos.
El Retrato de Dorian Gray (Oscar Wilde): Gray se enfrenta a su retrato y lo destruye con una de esas frases tan ingeniosas que acuñaba Wilde. Después se hace hombrecito, porque medio que para el final ya está muy aggiornado. Como este final se presta mucho a la confusión (frases del estilo de "¿Y eso por qué mierda pasó?") habría que hacer un apéndice explicando que está mal hacer pactos con el diablo. O con quién sea, creo que me estoy confundiendo con Fausto.
Fausto - Libro Primero (Wolfgang Goethe): termina de una forma más recordable, si es posible en prosa y habiendo explicado bien bien que anda pasando, porque es medio difícil seguirle el ritmo después de la primera escena. Aparte, ¿Fausto es el diablo o el que vende el alma? De ser el diablo, ¿cómo se llama el que vende el alma? ¿Acá aparecía un perro diabólico o eso era La Profesía? La escena en donde un vidrio le corta la cabeza al tipo es genial. ¿o eso era del Exorcista?
El Señor de los Anillos (J.R.R.R.R.Tolkien): Frodo le entrega el anillo a un Nazgul porque "estaba cansadito", y después de unos años se da cuenta de que Saurón no era tan malo, sólo medio incomprendido, y su vida y la de toda la Tierra Media sigue más o menos igual, sólo que con un poco más de temperatura, por la contaminación y la radiación del Ojo que Todo lo Ve.
Bueno, podría seguir toda una vida escribiendo idioteces por el estilo, pero me las voy a guardar para la próxima, porque dudo que se me ocurra algo mejor. Sí, así ando.
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