Tengo 5 minutos, a ver que sale
Ahora resulta que Plutón no es un planeta. O peor, que es un planeta enano, lo que , de ser posible, hace que los demás planetas "grandotes" se burlen de él. Y no hace falta explicar lo desagradable que es que a alguien le digan "Plutito" o "Plutín", independiente de si es un pedazo de hielo de 2800 km de diámetro o un niño que empieza el tercer grado.
Todo esto, que parecería sólo de consecuencias astronómicas, o astrológicas, va más allá. El "pequeño incidente de Plutón" ataca las bases de la "Seguridad Celeste", que viene a ser como la "Seguridad Jurídica" pero con una jurisdicción bastante más amplia, porque a nuestro parecer los planetas están ahí desde hace mucho (unos 100 o 200 años), y si ahora resulta que casi ninguno es planeta enserio, ¿qué está seguro en nuestro cada vez más pequeño cosmos? Nada.
Pero más allá del pánico, prefiero marcar otras cosas que por su tamaño, o cualquier cosa, no pertenecen a la categoría en las que están enmarcadas. Esto no es una suposición, es una sugerencia.
Tucumán: esta "provincia" conocida como "El Jardín de la República" es una burla descarada a todo lo que las provincias (provincias como Dios manda) representan. Lo más conveniente es que tomen a este lugar y lo conviertan en "provincia pedorra" o directamente lo hagan sucursal de alguna provincia de esas despobladas, como Santa Cruz o la Pampa (de paso a ver si me aclaran si la Pampa es una provincia). También sugiero que le cambien el nombre, porque Tucumán muy muy de provincia no es, lo veo más como marca de azúcar, o de mate (amargo, muy amargo). No propongo ninguno porque no quiero ofender a nadie.
Árbol (la banda): si bien el insulto a la música que estos cinco personajes realizan venía zafando bien con el epíteto de "bandita" o "banducha", creo que resulta medio ofensivo para otras agrupaciones ya afincadas en el género, como la Bersuit o Jóvenes Pordioseros. El desafío es encontrar un nombre adecuado para englobar todo lo que estos muchachos representan, y para los futuros imitadores, que no creo que se hagan esperar. Yo propongo "ya estás grande para seguir con la onda Floricienta". Creo que es bastante acabado y preciso.
Mónaco, Luxemburgo, Andorra, Ciudad del Vaticano y Chile: de vuelta en el resbaladizo terreno de la geopolítica, estos cinco países ponen en duda los principios fundamentales del estado moderno, al contar en la mayoría de los casos con una superficie menor a la de una "provincia pedorra", según la nueva nominclatura. El que supera esta barrera me cae tan mal que busco cualquier excusa para hacerlo desaparecer. Para solucionar este inconveniente que viene trayendo problemas desde hace muchísimo tiempo, propongo anexar los "países locos (ya me estoy quedando sin nombres)" a alguna superpotencia dispuesta a agrandar sus dominios. Se me viene a la mente E.E.U.U., pero si está muy ocupado anexando a la antigua, siempre queda la posibilidad de Rusia (nunca superé la separación de la U.R.S.S.). Se pueden llamar "Anexo neocomunista 1", "Anexo neocomunista 2" y así. Chile se puede empezar a llamar "Nuclear Bombs Testing Facility".
Niños/as: el otro día decidí que a estos simpáticos animalitos no les da la estatura para ser oficialmente humanos. Si bien se puede tomar mi pensamiento como un tanto extremista, hay que pensar que los niños no pueden hacer nada o casi nada de lo que los adultos, o humanos hechos y derechos pueden hacer. Como el término "humanos enanos" puede ofender a los enanos clásicos (no sé si está bien que les diga así), voy a optar por algo un poco más científico, y a proponer "homo de mentirens", que no creo que sea latín clásico, pero zafa bien.
Por último, descubrí que los griegos no tienen musa para los bloggers, así que propongo a Podeti, que parece ser leido casi exclusivamente por estos (bloggers, no griegos). Ahora me voy porque los leones me están empezando a asustar.